¡Uniendo esfuerzos por el empleo juvenil digno!

La importancia de las alianzas para la cooperación y el desarrollo

«Ahora, con todo lo que aquí he aprendido, yo ya podría aplicar para trabajar en algún taller (…) también puedo hacer instalaciones eléctricas por mi cuenta, y otras cosas más, para poder salir adelante», son las palabras de Jefferson, quien, a sus 19 años, está culminando su proceso de formación para el trabajo en uno de los Centros de Formación Profesional (CFP) que los salesianos tienen en el Ecuador. Como él, miles de jóvenes en América depositan sus sueños y esperanzas de un futuro mejor en la formación técnica. De igual forma, educadores y educadoras se empeñan en elaborar y actualizar, constantemente, un plan de estudios completo que les prepare para el mundo laboral.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la recuperación del empleo juvenil sigue produciéndose a un ritmo lento. Al comenzar el 2022, se estimó que, en total, había unas 28 millones de personas que buscaron ocupación sin encontrarla, y la tasa de desocupación juvenil fue preocupante en la región. A raíz de la pandemia, «la proporción de jóvenes desempleados o que no siguen ningún programa educativo o de formación (jóvenes “nini”) en 2020, el último año para el que se dispone de datos a escala mundial, aumentó hasta alcanzar el 23,3%, lo que representa un incremento de 1,5 puntos porcentuales con respecto al año anterior, proporción no alcanzada al menos desde hace 15 años».

La oferta de formación profesional salesiana es una respuesta a las diversas necesidades socio económicas que aquejan a miles de jóvenes en el mundo, en especial a aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad, pobreza y desempleo. La capacitación se enfoca no sólo en brindar un conocimiento técnico (ya sea en electricidad, carpintería, panadería, corte y confección, entre otros), sino en brindarles, también, herramientas para la vida laboral y de emprendimientos. Estos procesos de formación se constituyen de forma integral gracias al carisma propio que los salesianos impregnan en sus espacios educativos, buscando garantizar que cada joven pueda integrarse socialmente y poner en marcha sus capacidades para asegurarse un empleo digno. «Nuestra Obra se dedica a ofrecer cursos para que los jóvenes puedan salir al campo laboral, ya sea a empresas o en su propio emprendimiento (…) Todos saben cómo está la economía aquí en nuestro país, por eso, los jóvenes tienen bastantes ganas de llevar adelante sus propios emprendimientos, poder prestar sus servicios y ofrecer sus productos» comenta Omaira García, educadora de uno de los CFP que mantienen los salesianos en Venezuela. 

El informe Panorama Laboral de la OIT (2021) habla de la necesidad de «adaptar el contenido y alcance de la formación profesional para mejorar el ajuste entre la oferta y demanda de calificaciones, estar mejor preparados para las habilidades requeridas en el futuro y reducir los impactos disruptivos de la tecnología». Esto significa, para los Centros de Formación Profesional de América, una actualización constante, tanto en herramientas, como en contenido curricular. Además, implica la imperativa integración del desarrollo de habilidades para el emprendimiento, conocimientos en finanzas, marketing, administración, ventas, etc. 

En este sentido, la cooperación para el desarrollo juega un papel fundamental. El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 17 promueve, a nivel mundial, llevar a cabo alianzas entre los diferentes actores del planeta (gobiernos, sector privado y sociedad civil) y «aumentar el apoyo internacional para realizar actividades de creación de capacidad eficaces y específicas». Para las obras sociales salesianas y los CFP de América, estos procesos de cooperación internacional hacen parte de un trabajo en sinergia que se desarrolla en función al mejoramiento de la calidad de vida de la niñez, adolescencia, juventud y familias en situaciones de vulnerabilidad.

Por ejemplo, la alianza establecida entre la Asociación Seniors Españoles para la Cooperación Técnica (SECOT), la Red América Social Salesiana (RASS) y la Red de Centros de Formación Profesional de América (por intermediación de la ONGD Misiones Salesianas), permitió la realización de una serie de cursos enfocados al emprendimiento y creación de empresas. Doris Bandín, secretaria general de SECOT, comenta orgullosa la expansión de los programas formativos al continente americano: «Hemos realizado nuestra primera incursión en América Latina a través de Misiones Salesianas, muchos de cuyos profesores han asistido a nuestros cursos a modo de formación a formadores, de lo cual se beneficiarán sus alumnos de formación profesional, centros juveniles, casas de formación y universidades».

José Manuel Llanos, responsable de la Oficina de Intermediación Laboral (OIL) del Centro de Educación Alternativa Don Bosco El Prado (La Paz, Bolivia), fue una de las 58 personas que recibieron estos cursos y replicará los conocimientos adquiridos a los jóvenes de su centro. Él asegura que «el principal beneficio es para nuestros jóvenes (…) el tener estas herramientas para emprender o generar recursos permitirá que tengan una mejor calidad de vida, que puedan ser buenos cristianos y honrados ciudadanos».

Como RASS y Red de CFP América, consideramos importante dar continuidad a estos procesos articulados con organismos del tercer sector, ya que este tipo de alianzas benefician, tanto en la gestión del conocimiento, como en el desarrollo de capacidades para la vida, apuntando a que los jóvenes puedan tener un trabajo digno que les permita crecer, apoyar a sus familias y alcanzar mejores niveles de vida.

FUENTES:

Panorama Laboral, Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2021.

La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una oportunidad para América Latina y el Caribe, Naciones Unidas, 2018.

Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2022: Invertir en la transformación de futuros para los jóvenes. Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2022.

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¡Somos jóvenes agentes de cambio!

«Pienso que uno de los problemas más fuertes es la adicción a las drogas y al alcohol. También, creo que lo peor que le puede pasar a alguien es vivir en la calle», comenta Jefferson, quien conoce de primera mano lo que significa sufrir la carencia de un hogar. Cuando era niño, vendía pescado en una ciudad costera del Ecuador y, junto a su hermano, dormía en las calles. Actualmente, es parte del proceso de acogida y formación que brinda el Proyecto Salesiano en Ecuador. «Me siento bien aquí, porque estoy estudiando, soy parte del taller de sublimación y eso me gusta mucho, juego futbol con mis compañeros y, también, participo de los grupos organizados». Así como él, miles de adolescentes y jóvenes fortalecen sus procesos políticos, organizativos, culturales y sociales (dentro y fuera de sus contextos) en las más de 500 obras, programas y servicios sociales que ofrecen los salesianos en América.

Las complejas realidades sociales de la región, como el hambre, la pobreza, las crisis políticas y económicas, la corrupción, la trata de personas, la delincuencia, las drogas, la contaminación ambiental y la violencia, no son ajenas para la juventud; especialmente, para quienes han vivido situaciones de vulnerabilidad social. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, «en América Latina y el Caribe, habitan más de 165 millones de adolescentes y jóvenes, lo que representa a 1 de cada 4 personas. El 20% de las y los jóvenes temen por su situación educacional ligado a un aumento en la desvinculación educativa a raíz de la pandemia, retrasando sus posibilidades de desarrollo, y 1 de cada 3 adolescentes y jóvenes de la región enfrentan escasez de alimentos, lo que se acentúa aún más en jóvenes indígenas y jóvenes con discapacidad». A partir del 2020, alrededor de 3,5 millones de estudiantes han quedado fuera del sistema educativo y el desempleo juvenil, en el tercer trimestre del 2021, ha alcanzado una tasa del 21,4 %, uno de los niveles más altos desde que se tiene registro (OIT, 2021).

Es común que, cuando hablamos de cambio o desarrollo social, los únicos responsables que se nos vienen a la mente son las entidades de gobierno o las organizaciones internacionales. Sin embargo, también es necesaria la implicación de la sociedad civil y de sus diversos actores, especialmente, de la juventud. Según la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja, la juventud puede ser una fuerza poderosa para el cambio y liderar a sus pares y comunidades para abordar los problemas sociales. Por su parte, la comunidad digital de UNICEF, “La Juventud Opina” afirma que, en esta última década, los y las jóvenes han demostrado la importancia de sus opiniones y la necesidad de incluirlas en los procesos de toma de decisiones, es por ello que 200.000 de ellos se unieron a las consultas para preparar el Plan Estratégico de UNICEF 2022-2025, ya que, «para construir un mundo mejor para los jóvenes,  se debe comenzar por escuchar a los jóvenes».

La construcción de sociedades pacíficas, justas y de participación inclusiva es una tarea que se realiza en conjunto. La UNESCO y Fundación SM, en su informe “Reimaginar Juntos Nuestros Futuros”, afirman que «en la última década, se ha producido un florecimiento de la participación ciudadana y del activismo (…) que desafía la discriminación y la injusticia en todo el mundo». La movilización y el activismo de la juventud están cada vez más presentes en muchos ámbitos, como movimientos ecológicos o grupos defensores de los derechos humanos básicos, evidenciando sus capacidades de resiliencia y de hacer entrever nuevos panoramas sociales.

Como obras sociales salesianas, tenemos la misión de impulsar, a las y los jóvenes líderes, a posicionarse en la sociedad con acciones creativas, optimismo e ímpetu para sumar y multiplicar acciones con impacto positivo y transformar realidades, inspirando a personas del entorno donde se encuentran: familia, círculo de amigos y amigas, trabajo, escuela, etc. Partiendo de la reflexión y el análisis, nos urge actuar frente a las desigualdades sociales e implicarnos para lograr cambios, pero, sobre todo,  fomentar en la juventud la actitud propositiva de ser “agentes de cambio” en su propia vida y en la sociedad de la que son parte, empezando con pasos concretos, como la construcción de un proyecto de vida: “en diez años me veo como un profesional en Ingeniería Electrónica, desarrollando un producto innovador que tenga impacto positivo en la sociedad. Además, me veo como un bienhechor de la Casa Don Bosco”, reflexiona Roberto, de 17 años, quien vive desde hace siete años en la Casa de Acogida Don Bosco en Arequipa, Perú.

Fuentes:

Panorama Laboral 2021, Organización Internacional del Trabajo, 2022.

Principales datos y estadísticas sobre juventud en ALC 2021- 2022, Fondo de Población de las Naciones Unidas, 2020.

Reimaginar juntos nuestros futuros, UNESCO y Fundación SM, 2022.

La Juventud Opina, UNICEF, 2022.

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Juventud, arte y transformación social

Celebramos el Festival Artístico de las Obras Sociales Salesianas – RASS 2022

Los días 30 y 31 de agosto de 2022, de manera virtual, desarrollamos el FESTIVAL ARTÍSTICO DE LAS OBRAS SOCIALES SALESIANAS: “Juventud, arte y transformación social”, en conmemoración por el Día Internacional de la Juventud (12 de agosto) y el natalicio de nuestro padre, Don Bosco (16 de agosto).

En el evento participaron 27 obras artísticas procedentes de 14 inspectorías salesianas de América, en las que se reflejó el talento de la juventud en las categorías de teatro, danza, canto, música, poesía y circo social. El objetivo del festival se centró en destacar el rol de la juventud como agente de cambio, en su propia vida y en la sociedad, a través del reconocimiento de los talentos de las y los jóvenes que participan en las obras sociales de América, visibilizando su realidad y su potencial.

También, participaron en el festival, como comentaristas, salesianos de diferentes países que conocen muy bien el trabajo de las obras sociales y que se desempeñan como inspectores, delegados de la pastoral juvenil, vicario, y miembros de organizaciones salesianas: P. Juan Linares (ONGD Jóvenes y Desarrollo), P. Marcelo Farfán (ECU), P. Gabriel Romero (CAM), P. Manolo Cayo (PER), P. Jorge Bastidas (VEN), P. Francisco Lezama (URU), P. Francisco Miranda (PAR), P. Francisco Sánchez (ECU), P. René Santos (CAM). Además, el regional del Cono Sur P. Gabriel Romero, y el P. Hugo Orozco, Regional para Interamérica, fueron los encargados de iniciar el evento cada día.

Uno de los objetivos que tenemos como Red América Social Salesiana (RASS) es visibilizar el gran trabajo que realizan las obras sociales para transformar la vida de la niñez, adolescencia y juventud en situación de vulnerabilidad y, en esta ocasión, mediante el arte, buscamos abordar temas como:

  • La capacidad de resiliencia 💪
  • La lucha por los sueños ✨
  • La exigibilidad de derechos 🙋‍♀️🙋‍♂️
  • La reducción de las desigualdades ⚖

Durante los dos días del festival, a ritmo de champeta colombiana, cumbias de diversos países, danzas andinas, bailes urbanos, canciones dedicadas a Don Bosco y presentaciones de circo, títeres, teatro, poesía y percusión, cada joven artista compartió un trozo de su vida y de sus sueños. A través del arte, tocaron corazones y crearon conciencia acerca de las problemáticas sociales que afronta la juventud y de lo mucho que tenemos que trabajar como salesianos para transformar nuestra América.

Las inspectorías salesianas que participaron en el festival fueron: Colombia – Medellín, Venezuela, Perú, Colombia – Bogotá, Haití, Centroamérica, Bolivia, Argentina Norte, Uruguay, Paraguay, Chile, México – México, Ecuador y Argentina Sur. Indudablemente, hay mucho potencial artístico y transformador en las niñas, niños, adolescentes y jóvenes de las obras sociales de América, que se fomenta gracias a la dedicación, amor y paciencia de personas educadoras, laicas, consagradas, que lo hacen posible. Como RASS, tenemos el gran desafío de multiplicar los Valdocco para la juventud de hoy, que seamos una red donde nos relacionamos, formamos, comunicamos y sentimos una familia inclusiva, transformadora y que genera oportunidades para un desarrollo integral.

Las 27 puestas en escena individuales y la transmisión en vivo del festival, de ambos días, están disponibles en nuestro canal de YouTube, dando clic aquí.

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