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El emprendimiento y la respuesta salesiana frente al desempleo en América
El emprendimiento se ha convertido en una opción cada vez más popular para aquellos que buscan una fuente de ingresos y una oportunidad para crear algo nuevo e innovador. En América, donde el desempleo ha sido un problema persistente durante varias décadas, el emprendimiento ha adquirido una importancia aún mayor.
En 2020, la tasa de desempleo en América Latina y el Caribe fue del 10,7% y durante la pandemia de la COVID-19 se perdieron 31 millones de trabajos (BID, 2022). Según la CEPAL, en el año 2022, la actividad económica de América Latina y el Caribe tuvo una tasa de crecimiento mayor de lo esperado en el primer semestre, pero disminuyó en la segunda mitad del año. Esta desaceleración continuará en el año 2023, lo que significa que la tasa de crecimiento de este año será considerablemente inferior a la de 2022. Además, el Informe de Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo de la OIT (2023) señala que, en 2022, el déficit mundial de empleo alcanzó los 473 millones de personas, lo que representa una tasa del 12,3%. Esta medida se compone de 205 millones de personas sin empleo y de otras 268 millones que no cumplen los criterios para ser consideradas en situación de desempleo, pero tienen necesidades laborales insatisfechas. Las responsabilidades familiares y personales, así como el desánimo por la falta de oportunidades de empleo decente y de formación y reconversión profesional, son factores que pueden disuadir a las personas de buscar empleo.
En este contexto, se vuelve esencial enfrentar la crisis del desempleo con los jóvenes y las familias que forman parte de nuestras comunidades educativo – pastorales salesianas, no solo por su bienestar, sino también para garantizar un crecimiento sostenible y una cohesión social. Una solución clave es empoderar a la juventud para que puedan tener éxito en la gestión de sus propios negocios. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (2020), quienes desarrollan habilidades de emprendimiento tienen más capacidades para navegar los desafíos de un mercado laboral actual en constante evolución.
Como Red América Social Salesiana (RASS), buscamos sensibilizar a los diversos actores de la sociedad civil sobre la importancia de promover y educar en la cultura del emprendimiento desde las obras sociales salesianas y los centros salesianos de formación profesional del continente. El P. Rafael Bejarano, referente para las obras sociales del Sector de la Pastoral Juvenil, durante su intervención en la Mesa Redonda “Juventud, emprendimiento y desarrollo”, resaltaba que «como salesianos, nos enfocamos en aquellos jóvenes excluidos, en sus capacidades. Miramos cuáles son las necesidades de los sectores económicos de las diferentes culturas, países y regiones en las que vivimos (…) esto hace que podamos aportar a la gestión del recurso humano de la sociedad». También, afirmó que, como congregación, aún existen algunos retos que debemos afrontar, especialmente, aquellos relacionados con las pobrezas juveniles, el trabajo en red con otras instituciones y el fomento de la cultura de la evaluación y la rendición de cuentas. La reflexión del padre Bejarano conduce a entender que, en cuanto se refiere a impulsar el emprendimiento, no somos un ente solitario, sino que formamos parte de un «gran engranaje» de una sociedad que busca crecer en solidaridad. En este sentido, el trabajo que realizamos en las Obras Sociales Salesianas y en los Centros de Formación Profesionales Salesianos no sólo responde al legado misionero que nos dejó nuestro patrono Don Bosco, sino que, también, se alinea al ODS 8 (Objetivo de Desarrollo Sostenible 8): “Trabajo decente y crecimiento económico”. Es importante entender que «no lograremos un mundo de justicia y paz si no generamos las condiciones seguras para que los jóvenes, sobre todo los más vulnerables y en riesgo social, alcancen una adultez libre».
Fomentar el emprendimiento a través del trabajo en red es una tarea que implica buscar el establecimiento de alianzas de cooperación. En este sentido, una experiencia de éxito fue alcanzada gracias a la ONGD Misiones Salesianas, quienes favorecieron la consolidación de un convenio de cooperación técnica entre la RASS, la Red de CFP América y la Asociación -sin ánimos de lucro- Seniors Españoles para la Cooperación Técnica (SECOT). Esta articulación permitió el desarrollo de dos ciclos de formación a educadores y educadoras por parte de profesionales con gran experiencia en el mundo empresarial acerca del emprendimiento y la creación de empresas. Gracias a ello, se ha podido fortalecer los conocimientos de quienes forman para el trabajo a los jóvenes de los diversos centros que los salesianos mantienen en la región.
El emprendimiento juvenil puede ser una forma poderosa de impulsar el desarrollo social y económico en América. Los jóvenes emprendedores tienen el potencial de crear empleo, mejorar la productividad y aumentar la innovación en la región. Además, el emprendimiento puede ser una forma de promover la creatividad, la innovación y la resiliencia. Sin embargo, para aprovechar plenamente su potencial, se necesitan políticas y programas que apoyen el desarrollo empresarial en la región.
FUENTES:
De la crisis a la oportunidad: el COVID-19 en el mercado laboral de América Latina y el Caribe, Observatorio Laboral COVID-19, BID, 2022.
El Programa de Emprendimiento Juvenil en America Latina y el Caribe, BID, 2020.
Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, CEPAL, 2022.
Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: Tendencias 2023. Ginebra: Oficina Internacional del Trabajo, 2023.
Mesa Redonda “Juvenud, emprendimiento y desarrollo”, RASS, 2023.